Tal y como os comenté en el post anterior, el 92 fue un año pleno de novedades y descubrimientos, no solo por los acontecimientos por todos conocidos sino por la edad con la que me tocó vivir ese año: 14 years old (con todo lo que ello significa). Con aquella edad, todos comenzamos a desarrollar, o al menos intentarlo, nuestras capacidades e inquietudes. Entre ellas, como no, estaba la música. Fueron años donde la música comenzó a convertirse en algo omnipresente en mi vida, casi obsesivo diría yo. Sin duda el Rock, el Blues o el Heavy eran los estilos preferidos. Grupos como Withesnake, Led Zeppelin, Deep Purple, Guns n´Roses (no olvidemos su único concierto en España realizado en Sevilla), Iron Maiden, Accept, Judas Priest, Nirvana, Jeff Beck, Steve Ray Vaughan, Satriani, S. Vai, Eric Clapton, Bob Marley, The Beatles y un largo etcétera de grupos y músicos empezaron a formar parte de mi vida. Pronto me inicié también en el Jazz gracias a la influencia de mi tio Manolo Calleja. El primer disco que me marcó fue el "Basic Miles" de Miles Davis y J. Coltrane. Pues bien, con todo este sustrato, me emocioné y me lancé a tocar un instrumento. El elegido: la batería. Si, lo recuerdo como si fuera ayer. Mi tio me comentó que tenía una vieja batería desperdigada por Madrid, propiedad de Jimmy Castro, su colega de toda la vida, y que si quería podía darmela y yo encargarme de su restauración. Dicho y hecho. Pronto me llegó la "Rogers", una batería con más tiros dados que el baúl de la Piqué. Pues bien, con más máña que fuerza y con más voluntad que acierto me lancé a tocar la batería. Comencé con mi hermano que tocaba el bajo electrico, formando un dúo ritmico inédito en el cual aprendí los ritmos básicos. Estando en 2º de BUP me presentaron a "Robe", un guitarrista autodidacta que aprendió bajo los influjos de Mark Knopfler. Así montamos "el grupo" junto a Serafín, un colega de clase de Robe a la guitarra rítmica, que nos abandonó a cambio de su novia. En su lugar entró Juande Khüne al tan necesitado bajo eléctrico.
Nunca tuvimos nombre y nunca llegamos a tocar en público. A lo máximo tocamos, como buena parte de ustedes sabeis, 3 fines de año con los colegas. Tocabamos temas de Dire Straits, J. J. Cale, Clapton, J. Hendrix, Lynyrd Skynyrd, John Mayal, etc. Era guay.
Pues bien. Ahí quedó todo. Una vocación frustrada más (también quedaron en el camino gente tan ilustre como Migue y Quique). Supongo que me faltó disciplina o simplemente me empecé a aburrir. Yo que sé, el caso es que nunca me he arrepentido de todas las horas que le dediqué a la música y en mi mente sigue la intención de volver a tocar la Rogers muy pronto. Sin duda la música en directo es muy emocionante y es como un gusanillo que siempre se lleva por dentro. Como sabeis la mayoría también, Robe y Juande han seguido en el mundillo musical con bastante acierto.
Juande siguiendo la estela de los Rollings Stones...
Y Robe la de Mark Knopfler...
viernes, 17 de octubre de 2008
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